Es uno de los dramaturgos más respetados del
panorama español contemporáneo, como lo demuestra
la larga lista de reconocimientos que ha merecido su
carrera: entre otros, el Nacional de Teatro (2007) y tres
premios Max al Mejor Autor. Su amplia obra teatral, en
la que destacan las piezas Himmelweg, El chico de la
última fila, llevada al cine por François Ozon, Animales
nocturnos, Hamelin, Cartas de amor a Stalin, La paz
perpetua y El cartógrafo, ha sido estrenada en treinta
países y traducida más de treinta idiomas. Desde 2018
es miembro de la Real Academia Española.